El Tiempo es de Dios

viernes, 14 de mayo de 2010

Moltmann sobre Calvino: fue malinterpretado por los capitalistas

ALEMANIA - ¿Fue un ascético aguafiestas o un comprometido padre espiritual? Como sucede con casi ningún otro teólogo, las opiniones sobre Juan Calvino (1509-1564) están muy divididas. El reformador protestante predicó sobre la gracia y la redención, a la vez que montó un régimen casi tiránico basado en la virtud. Llevó a la hoguera al intelectual español Miguel Servet por tener otro punto de vista sobre la Trinidad.

Para la iglesia y la sociedad su significado permanece indiscutido: alrededor de 80 millones de personas en todo el mundo pertenecen hoy día a las iglesias reformadas basadas en su doctrina.

Su moral del trabajo fue impulso del capitalismo y la organización de su iglesia, un modelo de democracia. El 10 de julio el reformador protestante hubiera cumplido 500 años.

El teólogo alemán Jürgen Moltmann es hoy día unos de los más importantes representantes de la teología protestante. Como cristiano, pastor y finalmente profesor, siempre volvió a estar ocupado por la figura de Juan Calvino. En la siguiente entrevista, Moltmann de 83 años de edad, explica lo que hoy haría Calvino y por qué fue tomado como testigo principal del capitalismo.



Hoy en día ¿tiene alguna importancia, si uno como cristiano protestante sigue la tradición de Calvino o la de Lutero?

No. Calvino mismo seguía la tradición de Martín Lutero. Para los protestantes de la Reforma eran más importantes sus coincidencias que sus diferencias. En el fondo tenían un objetivo común, reformar la Iglesia Católica a la que ellos mismos pertenecían.



Sin embargo hubo intensas disputas, sobre todo en lo que hace al sacramento de la comunión, que llevaron a una separación centenaria entre la iglesia luterana y la protestante reformada inspirada en Calvino.

En realidad son disputas que ya no importan. En la época nazi y en los campos de prisioneros de la guerra los cristianos se unían ecuménicamente y no se cuestionaban quién era luterano o quién era protestante o católico. De este período de represión surgió un nuevo espíritu ecuménico. Y espero que se mantenga.



Calvino se convirtió en un precursor de la industrialización y del capitalismo. En el fondo, subyace la idea calvinista de que el éxito económico de una persona tiene que ver con su ser elegido por Dios. Fue sobre todo el sociólogo Max Weber que se remitió a Calvino. ¿Qué diría Calvino hoy sobre nuestro sistema económico?

Él lo condenaría despiadadamente. Tres veces impidió Calvino el establecimiento de un banco italiano en Ginebra; se oponía también a la imposición de intereses desmesurados. Además Calvino le pedía a la gente que pusiera sus posesiones a disposición de los pobres y de los refugiados. Uno podría del mismo modo demostrar que el calvinismo está en la base del espíritu del socialismo. Recién en el siglo XVIII y XIX la gente se empezó a fijar en su cuenta bancaria, para ver si serían o no escogidos por Dios.



Sin embargo, con argumentos teológicos Calvino exigía una rígida autodisciplina y diligencia. Cosas que a cualquier empleador le encanta escuchar.

Pero eso no tiene nada que ver con que una persona sea elegida por Dios. Para Calvino el ser humano es eternamente reconocido y amado por Dios. ¿Por qué una persona tendría que lograr ser reconocido a través de sus buenas obras y de sus ahorros? Para Calvino, el espejo de la elección es Cristo. Al mirar a Cristo, puedo estar seguro de haber sido escogido, no al mirar mi cuenta bancaria o al recibir pagos por bonificaciones.



¿Eso significa que Calvino fue injustamente tomado como testigo principal del capitalismo?

Exacto. Históricamente se ha demostrado esto contra Max Weber.



No es fácil seguir hoy la doctrina de la predestinación de Calvino. Según Calvino, el ser humano está predestinado, sin tener en cuenta sus propios méritos, a la bienaventuranza, o a su condenación. Eso no suena muy consolador.

Su doctrina de la predestinación fue siempre presentada como especialmente mala. Eso sin embargo no es correcto. El pensamiento de Calvino consiste en que la creencia no es sólo una decisión propia. Es, en primer lugar, una decisión de Dios.



Quien resulta escogido, a él Dios no lo deja caer. Pero Calvino se preguntó por qué la palabra de Dios suscita en algunos fe y en otros falta de fe. Y ahí dijo: el creyente cree, porque es escogido. Entonces el no creyente ha de estar condenado. Pasado este punto, Calvino no avanzó más. Porque en realidad él creía que todos han sido elegidos a escuchar la palabra de Dios.

Recién (el teólogo suizo) Karl Barth solucionó el problema cuando dijo: En la figura de Cristo Dios asumió él mismo la reprobación de los pecadores, para así ofrecerles a todos los seres humanos su gracia. Entonces hay un condenado, que es Cristo, que asume la reprobación de todo el género humano. Eso también me convenció a mí.


¿Qué haría Calvino, si viviera aquí y ahora?

Hoy Calvino estaría, supongo, entre los verdes. Siempre dijo que el Espíritu Santo ya se había volcado enteramente sobre toda la creación y es él quien sostiene a todo en vida. Calvino desarrolló unas ideas sobre la creación que recién hoy volvemos a recoger.

Tomado de: www.contrapunto.com.sv

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