El Tiempo es de Dios

viernes, 14 de mayo de 2010

La Libre Gracia contra el Libre Albedrío.

Aquí va la introducción al libro de W.E. Best...

“El labio veraz permanecerá para siempre...” lee Proverbios 12:19. Claro que, la verdad es la verdad, pero la verdad puede llegar a ser adulterada. De esto nos debemos cuidar. El hombre de Dios nunca debe torcer las Escrituras o adulterarlas (II Ped. 3:16; II Cor. 4:2). El siempre debe recordar que la verdad está basada en el sentido de la Escritura más bien que de su sonido. La Escritura debe ser comparada con la Escritura para descubrir la verdad de cualquier tema Bíblico.

Esto especialmente se aplica en la discusión continua de la libre gracia en contra del libre albedrío. Juan 6:37, que dice, “y al que a mí viene, no le echo fuera,” suena a muchos como si cualquiera pudiera venir a Cristo. Sin embargo, el sentido del versículo es completamente diferente. La primera parte del versículo declara, “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí....” Así que, sólo aquellos dados al Hijo por el Padre vienen a El.

Las posiciones opositoras de la libre gracia en contra del libre albedrío, el Calvinismo y el Arminianismo, tienen sus raíces en el pensamiento de Agustín y Pelagio, respectivamente. Agustín (354-430) reveló su posición en este punto en sus CONFESIONES. El creyó que cuando Adán cayó, toda su posteridad cayó con él. “Todos los hombres son depravados,” dijo Agustín. El creyó que los hombres no tenían voluntades libres, pero están esclavizados en el pecado. Pelagio (360-420), por otra parte, negó la depravación total del hombre. El acentuó que el hombre tiene un libre albedrío y puede ser salvo cuando él lo desee.

Como Agustín, Juan Calvino creyó en la libre gracia; y como Pelagio, Jacobo Arminio creyó en el libre albedrío del hombre. No había compatibilidad entre las ideas de Agustín y las de Pelagio, y no había ninguna entre los puntos de vista de Calvino y aquellos de Arminio. Además, no hay en el día de hoy armonía intelectual entre aquellos quienes creen en la libre gracia y aquellos quienes creen en el libre albedrío. La anterior sostiene que el Dios soberano está sobre el trono y el hombre está a Sus pies; la posterior da crédito al hombre con autoridad para elegir a Dios o rechazarle.

Los defensores de la libre gracia aceptan la doctrina Bíblica de la predestinación. Ellos también aceptan estas verdades Bíblicas:(1) El hombre es una criatura caída y no tiene un libre albedrío para hacer lo que es espiritualmente bueno. (2) La justificación es mediante la fe, que es don de Dios. (3) Los dones y llamamiento de Dios son dados sin el arrepentimiento de parte de Dios como así también del creyente.
Los defensores del libre albedrío niegan la doctrina Bíblica de la predestinación y afirman las siguientes: (1) La raza humana posee un libre albedrío para hacer lo que es bueno. (2) La justificación viene por una fe que merece la salvación. (3) Puesto que la fe del hombre viene de sí mismo, él no tiene la seguridad de que un día no la perderá. (Los arminianos están divididos en dos grupos sobre este asunto. Algunos creen que una persona puede ser salva el día de hoy y mañana estar perdida. Los otros creen que una vez que una persona es salva ya es siempre salva.)

Ahora que las posiciones básicas han sido esbozadas, consideremos lo que dicen las Escrituras en lo concerniente a la libre gracia en contra del libre albedrío.


Muy bueno... en especial el capítulo cinco

El libro completo puede ser descargado desde http://www.filefactory.com/file/8e909c/

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