El Tiempo es de Dios

sábado, 3 de julio de 2010

Seguir a Cristo

El llamado de Jesucristo siempre fue: sígueme

Exigió siempre un abandono previo

Este llamado nunca ha cambiado

El que no abandona nada, no puede ser discípulo

El discipulado es renunciación

Es alejamiento definitivo de todo aquello que es malo

Es decirle no a toda componenda

A toda barrera que impida seguir a Cristo



Seguir a Cristo es decirle no al yo

Crucificar cada día la voluntad

Realizar una entrega absoluta y vigorosa

Tener una intima y profunda relación



Seguir a Cristo es darle el primer lugar

Confesar su nombre públicamente

Olvidarse de uno mismo y seguirle

Sin demora y sin reserva


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